Luisa Ortega rechaza su responsabilidad: «El juez condenó a Leopoldo López en un proceso legal»
La violencia de los meses de abril a julio fue la respuesta del régimen de Nicolás Maduro a las manifestaciones diarias en que cientos de miles de personas salieron a las calles de todas las ciudades de Venezuela a exigir elecciones presidenciales, un canal humanitario de alimentos y medicinas de primera necesidad, el reconocimiento de la Asamblea Nacional y libertad para los presos políticos.
Entre esos presos políticos estaban el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma —que se acaba de liberar a sí mismo hace unas pocas semanas «en una huida a lo James Bond», como él mismo relató a su llegada a Madrid— y Leopoldo López.
López, líder de Voluntad Popular, fue condenado a casi 14 años de prisión por unos presuntos delitos de incendio, daños e instigación por los disturbios del año 2014. Pasó tres años aislado en lo alto de una torre herrumbrosa de la prisión militar de Ramo Verde. Pero la clave es que se convirtió en una especie de Nelson Mandela de la lucha democrática por la libertad en el país caribeño, entre otras razones porque uno de los fiscales que llevó el caso, Franklin Nieves, denunció que las acusaciones eran falsas. Eso sí, tras huir a EEUU, porque dentro de Venezuela no hay —ni había— libertad para admitir públicamente que todo el aparato judicial actuó al dictado del tirano Nicolás Maduro.
Luisa Ortega trata de evitar la pregunta, de hecho ni siquiera pronuncia el nombre del líder opositor. Se defiende inquieta señalando al resto de actores del caso, pero no logra zafarse de la realidad de que fue bajo su mandato de una década al frente de la Fiscalía General de la República Bolivariana de Venezuela que el opositor democrático Leopoldo López dio con sus huesos en la cárcel tras un juicio en el que se conculcaron todos sus derechos.
PREGUNTA.– Dice usted que no hay seguridad jurídica en Venezuela. Entiendo que ya no la había hace seis meses, un año, dos años… ¿Cómo convivía usted desde la Fiscalía con esa sensación?
RESPUESTA.– Fíjate que no es una sensación, es un hecho. Aunque esto vino creciendo en los últimos años. Yo he sido muy crítica y no de ahora, desde hace algún tiempo, con las acciones del Gobierno. Pero en la materia que es de mi competencia. Yo soy la fiscal general. Yo creo que no puedo decir ‘tengo aquí una propuesta económica’. Una propuesta de Justicia sí tengo y por supuesto en materia de derechos humanos.
P.– ¿Y en materia policial? Porque todos hemos visto los abusos…
R.– Uno de los puntos que yo más critiqué fue el tema policial. Yo he sido una crítica desde que asumí el cargo de la acción policial violatoria de los derechos humanos. Claro, que en aquellos momentos eran otras acciones, eran otros cuerpos. Pero con la designación de Gustavo González López al frente del Sebin, éste se convirtió en el máximo exponente y ejecutor de violaciones de derechos humanos. Así como la Guardia Nacional, desprestigiando un componente de la Fuerza Armada que, de alguna manera, tenía un prestigio en Venezuela. Bueno, desprestigiaron a toda la Fuerza Armada.>
P.– Usted pidió disculpas recientemente por algunos errores que se cometieron para frenar el autoritarismo. ¿Cuáles fueron esos errores?
R.– Yo creo que debí ser más vehemente en algunos momentos. Te puedo mencionar… Hay una persona que detuvieron en Venezuela… Los cuerpos de seguridad, concretamente el Sebin, estilaba… y estila, presumo yo aunque no estoy allá de que esta práctica debe continuar, a prender a las personas porque les caía mal, por que tenían un negocio que el Gobierno quería quedarse con él, ¡por lo que fuera! Porque era opositor o porque no hizo lo que el gobierno le dijo que hiciera… y se le sembraban evidencias.
P.– Y usted, ¿qué hacía ante eso?
R.– Claro, yo siempre propicié la independencia del Ministerio Público y de los fiscales, allí había una fiscal que ahora está como vicefiscal, que se prestaba con la policía política para la siembra de estas evidencias. Y hubo una persona que detuvieron, no recuerdo, el nombre era Coromoto… ¡el comisario Coromoto, eso! ‘¿Lo prendieron en flagrancia?’, le dije yo al jefe del Sebin. ‘Bueno pero hay que montar unas evidencias para dejarlo privado de libertad’.
P.– ¿Y qué respondió usted?
R.– No. Si usted detuvo a esa persona, diga cuáles fueron las evidencias que le encontró en el momento que la prendió, porque aquí en el Ministerio Público no se va a presentar una persona en esas condiciones. Y si se presenta, le vamos pedir la libertad de manera inmediata. Eso yo debí decirlo públicamente. Así como cuando detuvieron a Ledezma, y yo me entero con posterioridad, y esa fiscal hizo todo un procedimiento que no estaba ajustado a derecho.
P.– Ahí tampoco levantó usted la voz…
R.– Yo debí haber dicho eso públicamente. Sí lo dije el día de la sentencia. Ese día yo llamé y les dije a los magistrados del Tribunal Supremo: ‘Esta sentencia está mala, esto es una locura, ¿qué están haciendo ustedes? ¡Están desmantelando el Estado!’. Y al presidente se lo dije también. Esto es cambiar la forma republicana que se ha dado la nación. ‘No, que eso está bien así…’ No. Voy a salir públicamente a decirlo.
P.– Como hizo el día del autogolpe.
R.– Eso, lo que yo hice el 31 de marzo debía haberlo hecho siempre. Es decir, frente a lo que yo cuestionaba, salir públicamente a decirlo. ‘Miren, está pasando esto y mi posición es ésta’. Entonces, yo creo que de alguna manera yo asumo la responsabilidad, que creo que hay que hacerlo ante las cosas que uno hace. Siempre hay que denunciar las cosas públicamente.
P.– ¿Lo hizo alguna vez antes?
R.– Yo recuerdo que en 2009 y 2010 denuncié públicamente la actuación policial, y muchos medios abrieron con ello. La actuación policial no estaba ajustada a lo que establecen la constitución y la leyes. Y lo dije públicamente. De allí comenzaron a realizarse algunas reuniones donde se abordó el tema policial, y se creó aquella misión, que en el papel era muy buena, la misión ‘A toda vida Venezuela’, que tenía como objetivo la prevención, que para la seguridad tienes que trabajar en la prevención. Porque si no, después no puedes aplicar políticas acertadas en la represión. Si tú no enseñas al ciudadano, no lo educas y le das herramientas de distracción, de crecimiento, como la cultura, el deporte, el ocio creativo… no construyes un buen ciudadano. Si desde las tempranas edades no lo comienzas a enseñar, las referencias que tiene son el pranato, una palabra que a lo mejor no van a atender, que es el liderazgo negativo en las comunidades, en las cárceles… Tú tienes que construir referencias, como los deportistas, Dudamel que es un extraordinario músico, los atletas venezolanos… Esas son las referencias que tú tienes que construir para los niños. Porque la otra cultura genera violencia, y la violencia genera delito.
P.– Ha comentado usted antes que debió de decir algo públicamente ante la detención del alcalde Antonio Ledezma, o eso le he entendido…
R.– Sí…
P.– En España acaba de aterrizar el alcalde Ledezma hace unos días, pero el caso que más trascendió de los presos políticos de la tiranía de Nicolás Maduro fue el de Leopoldo López. No nos podemos ir sin preguntarle por su labor en aquel caso y sobre lo que después el propio fiscal encargado del caso, que huyó a EEUU, comentó de que las pruebas eran falsas.
R.– Sí, yo lo he explicado en muchísimas ocasiones, pero te lo voy a explicar nuevamente [sonrisa nerviosa].
P.– …muchas gracias.
R.– Y… [duda] Y esto lo voy a demostrar porque próximamente en mi blog vamos a colgar todos los discursos que yo le dirigí a los fiscales para su actuación. Una de las cosas que siempre impulsé es la independencia y autonomía de los fiscales. Porque ésa es la garantía de que sea una investigación imparcial, objetiva y averiguar la verdad de los hechos en la Justicia. Y una vez que tú descubres la verdad de los hechos puedes saber cómo vas a aplicar la Justicia. En el caso de… en este caso que me planteas, los fiscales actuaron de acuerdo a lo que establece el ordenamiento jurídico venezolano.
P.– Explique eso…
R.– No es el fiscal únicamente el que interviene allí. El fiscal se vale de unas evidencias que son recolectadas algunas veces por los órganos de policía de investigación penal, que son auxiliares de los fiscales. Y los fiscales una vez que recaban todos esos elementos, los presentan ante un juez de control, que es el que decide si se cumple con la constitucionalidad y la legalidad. Los extremos determinan qué hay… que va o no a un juicio. Y el juez de control dijo ‘sí, hay suficientes elementos para ir a un juicio’, y ese juicio es oral y público. Público porque permiten el acceso… ¡Claro, que las reglas las ponen los tribunales!
P.– ¿Y las irregularidades?
R.– Se realizó el juicio y él tuvo derecho a su defensa. Y los fiscales, de acuerdo a la información que me daban a mí, había suficientes elementos que comprometían la responsabilidad [de Leopoldo López], y entiendo que eso fue lo que determinó el juez. O sea que no fueron los fiscales nada más los que intervinieron allí. No. Hubo un conjunto de factores… que es como debe ser, y que es lo que han tratado de acabar ahorita en Venezuela. Pero ahí creo que incluso hay un recurso de revisión que él tiene. Y, por cierto, una de esas fiscales que llevó ese caso, actualmente es directora del Ministerio Público. Yo tengo conocimiento también, por supuesto, porque fue público, de este abogado [Franklin Nieves] que denunció algunas irregularidades. Con ocasión a eso, por supuesto, yo inicié una investigación. ¡Pero no contra él!, sino contra las irregularidades que él denunció…
P.– ¿Y encontró usted algo?
R.– No… eehhh… [duda] Esa investigación se adelantó… Nosotros manejábamos 2.000 investigaciones. Cuando a mí me preguntaban ‘mira, tal caso’, yo decía ‘espera que mire a ver qué ocurrió’. Pero como tenemos un sistema de seguimiento de casos, yo lo voy a buscar para ver hasta dónde llegó esa investigación y qué fue lo que se descubrió allí. Porque de pronto las personas piensan que su caso es el más importante. ¡Hay dos millones de casos! Donde la persona que le mataron el hijo piensa que su caso es el más importante y yo tenía que dar ese tratamiento. Para mí todos los casos eran importantes, y el mismo tratamiento que le iba a dar a ese caso se lo daba también al caso de la señora que le mataron al hijo. Entonces… [la fiscal deja la respuesta en suspenso, y da por terminada la entrevista]